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Las pasadas elecciones europeas dejaron un panorama complicado para la izquierda en España, ¿pero la ley de amnistía aprobada por el Congreso tan solo diez días antes de celebrarse las elecciones al Parlamento Europeo en nuestro país y que tanto sacó el PP en campaña electoral, y mucho antes de esta, y que podemos esperar saque hasta que la NASA descubra que hay vida más allá de la Tierra, realmente tuvo tanto efecto entre el votante socialista?
Si analizamos el gráfico a continuación, aparentemente el PSOE apenas sufre desgaste (solo tres puntos menos que hace cinco años). Pero si observamos los resultados por CCAA, la cosa cambia bastante.
Mientras que en Extremadura (-9,44), Castilla-La Mancha (-8,78) y Andalucía (-8,37) las pérdidas son muy superiores a la media nacional, en Euskadi (+6,95) y Cataluña (+8,57) el resultado es muy superior al de hace cinco años. ¿A qué se debe tanta diferencia, entonces?
El PSOE andaluz o extremeño es mucho más centrista y nacionalista español que el PSC, que todavía a día de hoy convive con sus dos almas: la catalanista (o lo que es lo mismo, la nacionalista) y la españolista.
Sin ir más lejos, Emiliano García-Page (barón socialista por excelencia y Presidente de la Junta de Castilla-La Mancha) es un tipo de lo más conservador, a merced de sus continuas declaraciones en contra del Gobierno central (es decir, de su propio partido) y por supuesto del actual jefe del ejecutivo español y MHP (nótese la ironía) Pedro Sánchez. Molt Honorable President porque según él, no miente, solo cambia de opinión.
El socialista mesetario de turno, pues, sí castiga las concesiones políticas, económicas y/o territoriales a quienes quieren romper España, aun a sabiendas de que gracias a la política de apaciguamiento aplicada por Pedro Sánchez, los independentistas hayan descendido de los algo más de dos millones a no llegar al millón.
En definitiva, pintan bastos para la oposición al actual Gobierno. Y es que uno se pregunta si tienen proyecto para los grandes retos de este país más allá de defender a capa y espada el artículo 2 (solo la parte en negrita) del Título preliminar de la sagrada, canónica y sacrosanta Carta Magna, que habla de la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. Nación que de gobernar ellos, dejaría de ser atractiva inclusive para murcianos y abulenses.
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